¿Cuál es la actitud del publicano?

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¿Cuál es la actitud del publicano?

¿Cuál es la actitud del publicano?

El publicano, en general, es mala persona, estafa, explota a los demás, va a lo suyo. El fariseo, erguido en su oración, adopta la postura normal según la época: de pie, con las manos alzadas y extendidas, recita una fórmula casi hecha, su boa dice palabras, satisfecho de sí mismo: «No soy como los demás».23 oct 2010

¿Qué mensaje nos da la parábola del fariseo y el publicano?

Esta parábola, por lo tanto, muestra la importancia que posee la humildad y el arrepentimiento en contraste con la soberbia. Constituye también una dura crítica al fariseísmo.

¿Que nos enseña la parabola del fariseo y del publicano?

Esta parábola, por lo tanto, muestra la importancia que posee la humildad y el arrepentimiento en contraste con la soberbia. Constituye también una dura crítica al fariseísmo.

¿Cuál es la parábola del fariseo y el publicano?

  • La parábola del fariseo y el publicano. “Dos hombres subieron al templo a orar; uno era fariseo, y el otro publicano”. Un fariseo era alguien muy religioso. Pertenecía a una secta de judíos que llegaban a un extremo innecesario al tratar de obedecer las leyes. Era muy estricto en su forma de vida y con frecuencia era auto-justo y muy crítico de ...

¿Qué es la Justicia de un fariseo?

  • Su justicia es la suya propia, el fruto de sus propias obras, y juzgada por una norma humana. Cualquiera que confíe en que es justo, despreciará a los demás. Así como el fariseo se juzga comparándose con los demás hombres, juzga a otros comparándolos consigo.

¿Qué es la religión del fariseo?

  • La religión del fariseo no alcanza al alma. No está buscando la semejanza del carácter divino, un corazón lleno de amor y misericordia. Está satisfecho con una religión que tiene que ver solamente con la vida externa. Su justicia es la suya propia, el fruto de sus propias obras, y juzgada por una norma humana.

¿Qué es la oración de fariseo?

  • La oración de fariseo es mencionada primero: “El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aún como este publicano: ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano” (vv. 11-12).

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